lunes, 5 de noviembre de 2007


FERNANDO ROBLES.











EL ENAMORADO Y LA MUERTE

Un sueño soñaba anoche,
soñito del alma mìa.
soñaba con mis amores
que en mis brazos los tenìa.
Vi entrar señora tan blanca
muy màs que la nieve frìa.
"¿Por dònde has entrado amor?
¿Còmo has entrado mi vida?
Las puertas estan cerradas,
ventanas y celosìas."
"No soy el amor amante:
la Muerte que Dios te envìa."
"¡Ay muerte tan rigurosa,
dèjame vivir un dìa!"
"Un dìa no puede ser,
una hora tienes de vida."
Muy de prisa se calzaba,
màs de prisa se vestìa;
ya se va para la calle,
en donde su amor vivìa.

"Àbreme la puerta, blanca,
àbreme la puerta niña!"
"¿Còmo te podrè yo abrir
si la ocasiòn no es venida?
Mi padre no fue al palacio,
mi madre no està dormida."
"Si no me abres esta noche
ya no me abriràs querida;
la Muerte me està buscando:
junto a ti vida serìa."
"Vete bajo la ventana
donde labraba y cosìa,
te echarè cordòn de seda
para que subas arriba,
y si el cordòn no alcanzare
mis trenzas añadirìa."
La fina seda se rompe;
la Muerte que ahì venìa:
"Vamos, el enamorado,
que la hora ya està cumplida."


ROMANCE LIRICO, ANÒNIMO













No hay comentarios: