domingo, 17 de febrero de 2008











EN LA DOLIENTE SOLEDAD DEL DOMINGO


Aquì estoy,
desnuda,
sabre las sàbanas solitarias
de esta cama donde te deseo.

Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue àvido territorio de tus besos,
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasiòn
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.

Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pàjaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras un aflor se me encendìa
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.

Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban ràpidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdiciòn
hacia mi mismo centro
y la suave vegetaciòn del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerìas
y truenos primitivos.








Poema; Gioconda Belli

Imagen: Hausjurgen Bauer










Poesìa e imagenes.

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