jueves, 15 de mayo de 2008












LE HABLO A LA PENA



¡Ay, pena! Yo no debería
tratarte como a un perro de la calle
que llega hasta la puerta de atrás por una sobra,
por un hueso pelado.
Debería confiar en ti.


Debería tratar de convencerte de que entraras
a mi casa, y ahí darte un rinconcito propio,
una alfombra en la que puedas echarte,
tu propio plato para el agua.

¿Crees que no sé que estás viviendo hace algún tiempo
bajo el alero de la puerta?
Anhelas que el lugar que a te corresponde
esté listo antes del invierno.
Necesitas tu nombre,
tu collar con chapita,
el derecho a ladrarle a los extraños.
Necesitas poder considerar
que mi casa es la tuya,
y que tú
eres mi propio perro.













Imagen: fractal de Allison.

Poema: Denise Levertov.












I&P

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