
Hemos llegado al hogar
Desde la guerra sin sangre
Con el corazón abatido,
Nuestras botas llenas de orgullo
De la verdadera matanza del alma,

"¿Cuanto cuesta
ser querido y después abandonado?"

Y traído la promesa
Escrita en colores de arco iris
A través del cielo - para enterrar,
Pero no es le momento
De colocar coronas

La noche amenaza,
El tiempo se disuelve,
Y nada conocemos
Del mañana.

A la estrella hacen eco.
El bosque aúlla
El oscuro sol aparece.
Cuando vacila la aurora
Cantando canciones de otras tierras,

Que nos viola los oídos,
Sabiendo que toda nuestra tradición
y nuestras lágrimas
Se juegan al cara o cruz de una moneda.

Al pie de las verdes colinas
A beber el grito cálido
Y suave del canto de los pájaros.
A las playas ardientes
Donde los botes salen al mar

Y las tenaces gaviotas se hunden
Y deslizan volcando besos sobre las olas.
Hemos llegado al hogar
Donde a través del relámpago
Y la lluvia atronadora,

El espíritu empapado
se demora en el camino arenoso
Sosteniendo los torturados restos
De la carne,

Al mundo favor alguno
Sino la dignidad.
Poema: Peter Lenrie, nacido en Banjul, capital de Gambia.
P&I
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