martes, 1 de abril de 2008
PASEO DE LA MAGDALENA
Las nuvecillas corren por el cielo
y estàn los campos salpicados del oro de las flores de
marzo;
el narciso se yergue bajo el pie y el alerce borlado
se mece y contonea cuando el apresurado tordo pasa.
Un olor delicado portan las alas de la brisa matinal,
olor de pasto hùmedo y hondo, de surcos recièn abiertos;
cantan los pàjaros gozosos en el nacer alegre de la
primavera,
saltan de rama en rama al mecer de los àrboles.
Viven todos los bosques en el murmullo de la primavera
y el brote se abre en rosa sobre el espino trepador
y el parterre de azafranes es luna de fuego estremecida
que lleva cintura de amatistas.
Y el plàtano murmura al pino una historia de amor
hasta que èste cruje en risa y arroja su manto verde,
y la sombra en el hueco del olmo montañès se ilumina con
esplendor de lirio:
es la garganta tornasolada y el pecho argènteo de la paloma.
¡Ved!, ha saltado la alondra de su lecho en el prado,
rompiendo su gasa y las redes de rocìo,
y en destellos, rìo abajo, ¡es una llama azul!
Y el martìn pescador, flecha que hiere el aire.
IMAGENES Y POESÌA.
laskdjf
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