LLUVIA OBLICUA
V
Allá afuera va un remolino de sol los caballos del
carrusel...
Árboles, piedras,montes, bailan parados dentro de mí...Noche absoluta en la feria iluminada, luz de luna en
el día de sol allá fuera,
Y las luces todas de la feria hacen ruido de los murosde la quinta...
Grupos de muchachas de cántaro en la cabezaQue pasan allá afuera, llenas de estar debajo del sol,
Se cruzan con grandes grupos pegajosos de gente
que anda en la feria,
Gente toda mezclada con las luces de los puestoscon la noche y con la luz de luna,
Y los dos grupos se encuentran y se penetranHasta formar ambos sólo uno que es los dos...
La feria las luces de la feria y la gente que anda en
la feria,
Y la noche que atrapa en la feria y levanta al aire,Andan por encima de las copas de los árboles llenas
de sol,
Andan visiblemente por debajo de los peñascos quelucen al sol,
Aparecen del otro lado de los cántaros que lasmuchachas llevan en la cabeza,
Y todo este paisaje de primavera es la luna sobre la feria,Y toda la feria con ruidos y luces es el suelo de este
día de sol...
De repente alguien sacude esta hora doble como en untamiz
Y, mezclado, el polvo de las dos realidades caeSobre mis manos llenas de diseños de puertos
Con grandes naves que se van y no piensan en volver.
Polvo de oro blanco y negro sobre mis dedos...
Mis manos son los pasos de aquella muchacha que
abandona la feria,
Sola y contenta como el día de hoy...
Poema: Fernando Pessoa
Imagen: Francisco Corzas.
P&I
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