sábado, 30 de mayo de 2009
miércoles, 27 de mayo de 2009
lunes, 18 de mayo de 2009
EN EL JARDÍN ACUÁTICO
Cinta amarilla con gato leonado.
Tras los telones verdes de la hiedra
silenciosa fluye la lagartija
busca el calor de un rayo de sol
Con risa irónica de piedras rodantes
surgen gárgolas del jardín acuático
en cóncavos espejos se bifurcan
derrumbándose en profundos riscos.
Sus cabellos vaporosos flotan
en olorosos aires siderales
desnuda de luz lunar resplandece.
Un cuerpo de humedades planetarias
reposa en escalera celestial.
Silenciosas giran las espirales.
María González
P&I
Cinta amarilla con gato leonado.
Tras los telones verdes de la hiedra
silenciosa fluye la lagartija
busca el calor de un rayo de sol
Con risa irónica de piedras rodantes
surgen gárgolas del jardín acuático
en cóncavos espejos se bifurcan
derrumbándose en profundos riscos.
Sus cabellos vaporosos flotan
en olorosos aires siderales
desnuda de luz lunar resplandece.
Un cuerpo de humedades planetarias
reposa en escalera celestial.
Silenciosas giran las espirales.
María González
P&I
miércoles, 13 de mayo de 2009
LECHE
Gotas de leche de la Vía Láctea
se derraman sobre pájaros etruscos
que vigilan los caminos lunares
del acorazado terrestre.
Brillan arenas bajo la humedad,
río que fluye al centro del minotauro
bramando música infernal
va, viene y cae a tus pies.
Agoniza de vida contenida
vida guardada en el cajón
de la mesura, del pórtate bien
del estate quieto; soñar hace daño.
Caminos de aire recorren las palabras
con aire encadenan a los versos
contenidos, de los sueños mal portados
inquietas estrofas sin mesura.
Mil poemas cifrados duermen,
entre las hojas amarillas de los libros.
Torbellinos de aire, de palabras y de sueños
gotas de leche que vierte el cielo.
María González
P&I
Gotas de leche de la Vía Láctea
se derraman sobre pájaros etruscos
que vigilan los caminos lunares
del acorazado terrestre.
Brillan arenas bajo la humedad,
río que fluye al centro del minotauro
bramando música infernal
va, viene y cae a tus pies.
Agoniza de vida contenida
vida guardada en el cajón
de la mesura, del pórtate bien
del estate quieto; soñar hace daño.
Caminos de aire recorren las palabras
con aire encadenan a los versos
contenidos, de los sueños mal portados
inquietas estrofas sin mesura.
Mil poemas cifrados duermen,
entre las hojas amarillas de los libros.
Torbellinos de aire, de palabras y de sueños
gotas de leche que vierte el cielo.
María González
P&I
domingo, 10 de mayo de 2009
CHUPAMIRTO
Todas las tardes llega el chupamirto
se posa en el alambre rechinando
su áspera canción de vespertino amor.
El sol en la punta de la montaña.
En el cielo los llameantes colores
pintando la gran bóveda celeste.
El día viste sus galas nocturnas
de algarabía sonora de pájaros.
La página del día empieza cerrar,
el ocaso pinta y despinta el cielo
Tras la montaña se escondió el sol.
El resplandor y los últimos trinos
apagándose bajo el silencioso
manto de negra noche sin estrellas.
María González
Todas las tardes llega el chupamirto
se posa en el alambre rechinando
su áspera canción de vespertino amor.
El sol en la punta de la montaña.
En el cielo los llameantes colores
pintando la gran bóveda celeste.
El día viste sus galas nocturnas
de algarabía sonora de pájaros.
La página del día empieza cerrar,
el ocaso pinta y despinta el cielo
Tras la montaña se escondió el sol.
El resplandor y los últimos trinos
apagándose bajo el silencioso
manto de negra noche sin estrellas.
María González
P&I
jueves, 7 de mayo de 2009
ORGANDÍ
Remolinos de alas en el espejo
agitando torbellinos de aire,
elevan vegetación transparente
de vaporoso y blanco organdí.
Espejo reflejado en un espejo
infinitos torbellinos de aire
se pierden como yeguas de la noche
en un punto distante del destierro.
Transparencias vegetales envuelven
en congojas, pesadillas y sueños,
los eternos reflejos del espejo.
Con alas de blanco organdí se elevan
vaporosos los sueños comprimidos
desiertos de palabras y sonidos.
María González
P&I
domingo, 3 de mayo de 2009
Como el azul de Miró
Nadie me ve ni escucha
Como el rojo de Miró
Cegados están mis ojos
Como el negro de Miró
A señas veo a los hombres.
Nadie me ve ni escucha
Como el rojo de Miró
Cegados están mis ojos
Como el negro de Miró
A señas veo a los hombres.
Un follaje de nubes envuelve mi cabeza;
el viento las deshace, dio la vuelta y me mostró
un sendero de estrellas.
La desnudez de las estrellas transfiguraron
los pudores de las beatas y las muchachas de Octavio
bajan las escaleras carcajeándose.
En el horizonte todos los astros hacían ingrávidas piruetas.
El paisaje astral se recrea en el espejo de la noche.
La cauda del cometa se deshace, cae a la tierra
en iridiscentes plumas de colibrí; en espirales las convierte el viento
y en cada grano de arena se detienen como flores
de fosforescencia planetaria.
La ola, muralla de agua, se las traga y en la panza del océano
se trasmutan en peces de colores.
Imagen y texto:
María González.
P&I
viernes, 1 de mayo de 2009
TU NOMBRE MI NOMBRE
Escribo mis versos en las arenas
movedizas de tu cuerpo, un olor
de gaviotas ingrávidas de sal.
Legendarias regiones del encuentro.
Escucho tu nombre, en las caracolas
de nácar, pronunciado con la voz
oceánica de viejas mareas.
Grandes sílabas, ecos silenciosos
Tu mirada me cubre con el frío
manto de negras algas submarinas
ahogándome en todos los recuerdos.
Olas, crestas de espumas minerales
graban tu nombre, mi nombre en la arena,
con la húmeda saliva de Neptuno.
Fotografía y poema de:
María González
Escribo mis versos en las arenas
movedizas de tu cuerpo, un olor
de gaviotas ingrávidas de sal.
Legendarias regiones del encuentro.
Escucho tu nombre, en las caracolas
de nácar, pronunciado con la voz
oceánica de viejas mareas.
Grandes sílabas, ecos silenciosos
Tu mirada me cubre con el frío
manto de negras algas submarinas
ahogándome en todos los recuerdos.
Olas, crestas de espumas minerales
graban tu nombre, mi nombre en la arena,
con la húmeda saliva de Neptuno.
Fotografía y poema de:
María González
P&I
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