Después de varios años ella llegó a visitarlos, y aunque estuvo varios días, no todos tuvieron la fortuna de disfrutar por mucho tiempo su presencia, por ejemplo a la buscadora de imágenes le dedicó el tiempo necesario para comerse una rebanada de pastel y ya no la volvió a ver más; había otras actividades más interesantes como para perder su tiempo en nimiedades.
TODOS SON TAN BUENOS Y SE QUIEREN TANTO
La mala madre. No, no estoy hablando de una planta que lleva ese nombre. Estoy hablando de ella ese ente extraño y retorcido que nadie entiende.
Sí, nadie entiende porque no acepta que la insulten, que la humillen y le falten al respeto, si las buenas madres, al parecer, deben apechugar cualquier necedad que venga de alguno de sus hijos, deben olvidar todo y ponerse de pechito y seguir recibiendo humillaciones, olvidarse de exageraciones y actitudes telenoveleras, y agachar la cabeza sin chistar. Eso es una buena madre.
Aunque ella prefiera estar lejos de quien la agrede, y ser por lo tanto una mala madre por siempre y para siempre.
TODOS SON TAN BUENOS Y SE QUIEREN TANTO
Ahí va la vieja pendeja a informarse con un abogado de los trámites necesarios para poder vender la propiedad... ¿Pero a quien se le ocurre?... seguramente a de estar tramando algo en contra de todos los que son tan buenos y se quieren tanto, ¡NO!... eso no lo podía permitir la que siempre piensa lo peor ella, y ni tarda ni perezosa, le envió varios misiles fecales arizonianos, pues que se anda creyendo que ella puede tomar iniciativas que nadie le ha pedido, ¡claro que no!
eso sólamente lo pueden hacer LOS QUE SON TAN BUENOS Y SE QUIEREN TANTO.
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