sábado, 29 de septiembre de 2007
OCTAVIO PAZ
ENVÌO
Tal sobre el muro rotas uñas graban
un nombre, una esperanza, una blasfemia
sobre el papel, sobre la arena, escribo
estas palabras mal encadenadas.
Entre sus secas sìlabas acaso
un dìa te detengas: pisa el polvo,
esparce la ceniza, sè ligera
como la luz ligera y sin memoria
que brilla en cada hoja, en cada piedra,
dora la tumba y dora la colina
y nada la detiene ni apresura.
jueves, 27 de septiembre de 2007
MANUEL ALTOLAGUIRRE
MI SUEÑO NO TIENE SITIO
Mi sueño no tiene sitio
para que vivas. No hay sitio.
Todo es sueño. Te hundirias.
Vete a vivir a otra parte,
tù que esas viva. Si fueran
como hierro o como piedra
mis pensamientos, te quedarias.
Pero son fuego y son nubes,
lo que era el mundo al principio
cuando nadie èl vivìa.
No puedes vivir. No hay sitio.
Mis sueños te quemarìan.
Mi sueño no tiene sitio
para que vivas. No hay sitio.
Todo es sueño. Te hundirias.
Vete a vivir a otra parte,
tù que esas viva. Si fueran
como hierro o como piedra
mis pensamientos, te quedarias.
Pero son fuego y son nubes,
lo que era el mundo al principio
cuando nadie èl vivìa.
No puedes vivir. No hay sitio.
Mis sueños te quemarìan.
martes, 25 de septiembre de 2007
GERMAN PRADO GARCIA
ÀRBOL HUMANO
Hablo de una presencia desolada.
De una raìz con su sabor de suelo.
De una hoja en sus àmbitos de cielo,
viva de luz, de claridad, de nada.
De un àrbol corazòn, vida encarnada
y ansiedad a los trànsitos del vuelo.
De un corazòn alzado hacia el desvelo
y agònico de sombra iluminada.
Hablo de una presencia desasida.
De una muerte en la luz y de una vida
plena de abismo y de estupor profundo.
De una fuerza en sus òrbitas muriendo.
De un àrbol corazòn que està vìviendo
de la entraña recondita del mundo.
domingo, 23 de septiembre de 2007
JAIME TORRES BODET
NUNCA
Nunca me cansarà mi oficio de hombre.
Hombre he sido y serè mientras exista.
Hombre no màs: proyecto entre proyectos,
boca sedienta al càntaro adherida,
pies inseguros sobre el polvo ardiente,
espìritu y materia invulnerables
a todos los oprobios y las dichas...
Nunca me sentirè rey destronado
ni àngel abolido mientras viva,
sino aprendiz de hombre eternamente,
hombre con los que van por las colinas
hacia el jardìn que siempre los repudia,
hombre con los que buscan entre escombros
la verdad necesaria y prohibida,
hombre entre los que labran con sus manos
lo que jamàs hereda un alma digna,
¡porquè de todo cuanto el hombre ha hecho,
la sola herencia digna de los hombres
es el derecho de inventar su vida!
viernes, 21 de septiembre de 2007
JAIME TORRES BODET
DÈDALO
Enterrado vivo
en un infinito
dèdalo de espejos,
me oigo,me sigo,
me busco en el liso
muro del silencio.
Pero no me encuentro.
Palpo, escucho, miro,
por todos los ecos
de este laberinto,
un acento mìo
està pretendiendo
llegar a mi oido.
Pero no lo advierto.
Alguien està preso
aquì en este frìo
lùcido recinto,
dèdalo de espejos.
Alguien al que imito.
Si se va me alejo.
Si regresa, vuelvo.
Si se duerme, sueño.
-"Eres tù?, me digo.
Pero no contesto.
Perseguido, herido
por el mismo acento
-que no sè si es mìo-
contra el eco mismo
del mismo recuerdo,
en este infinito
dèdalo de espejos,
enterrado vivo.
miércoles, 19 de septiembre de 2007
RAFAEL ALBERTI
INVITACIÒN AL AIRE
Te invito, sombra, al aire,
Sombra de veinte siglos,
a la verdad del aire.
Sombra que nunca sales
de tu cueva, y al mundo
no devolviste el silvo
que al nacer te dio el aire,
el aire,aire, aire.
Sombra sin luz, minera
de las profundidades
de veinte tumbas, veinte
siglos huecos, sin aire,
sin aire, aire, aire.
¡Sombra a los picos, sombra,
de la verdad del aire,
del aire, aire, aire.
Te invito, sombra, al aire,
Sombra de veinte siglos,
a la verdad del aire.
Sombra que nunca sales
de tu cueva, y al mundo
no devolviste el silvo
que al nacer te dio el aire,
el aire,aire, aire.
Sombra sin luz, minera
de las profundidades
de veinte tumbas, veinte
siglos huecos, sin aire,
sin aire, aire, aire.
¡Sombra a los picos, sombra,
de la verdad del aire,
del aire, aire, aire.
lunes, 17 de septiembre de 2007
NICOLAS GUILLEN
NO SÈ POR QUÈ PIENSA TÙ...
No sè por què piensas tù
soldado,que te odio yo,
si somos la misma cosa,
yo,
tù.
Tù eres pobre lo soy yo;
soy de abajo, lo eres tù
¿de donde has sacado tù,
soldado, que te odio yo?
Me duele que a veces tù
te olvides de quièn soy yo;
caramba, si yo soy tù,
lo mismo que tù eres yo.
Pero no por eso yo
he de malquererte, tù:
si somos la misma cosa,
yo,
tù,
no sè porque piensas tù,
soldado, que te odio yo.
Ya nos veremos yo y tù,
juntos en la misma calle,
hombro con hombro, tù y yo,
sin odios ni yo ni tù,
pero sabiendo tù y yo
a dònde vamos yo y tù...
¡No sè por què piensas tù,
soldado, que te odio yo!
El siguiente texto lo tomè de "Amanecer en el Zòcalo" de Elena Poniatowska (mis respetos y admiraciòn para usted querida señora):
"Aquì quiero aprovechar para decir que tengo un profundo respeto por la instituciòn militar, por el Ejercito Mexicano, que es una instituciòn fundamental para la defensa de la soberanìa nacional y que el Ejèrcito no puede ser utilizado para reprimir a quienes luchan por la libertad, la justicia y la democracia."
Andres Manuel Lòpez Obrador
Amanecer en el Zocalo, pag. 205
"Aquì quiero aprovechar para decir que tengo un profundo respeto por la instituciòn militar, por el Ejercito Mexicano, que es una instituciòn fundamental para la defensa de la soberanìa nacional y que el Ejèrcito no puede ser utilizado para reprimir a quienes luchan por la libertad, la justicia y la democracia."
Andres Manuel Lòpez Obrador
Amanecer en el Zocalo, pag. 205
sábado, 15 de septiembre de 2007
JAIME TORRES BODET
MÈXICO CANTA EN LA RONDA DE MIS CANCIONES
Mèxico està en mis canciones,
Mèxico dulce y crüel.
que acendra los corazones
en finas gotas de miel.
Lo tuve siempre presente
cuando hacia esta canciòn;
¡su cielo estaba en mi frente,
su tierra en mi corazòn!
Mèxico canta en la ronda
de mis canciones de amor,
y en guirnalda con la ronda
la tarde trenza su flor.
Lo conocerèis un dìa,
amigos de otro paìs:
¡tiene un color de alegrìa
y un acre sabor de anìs!
¡Es tan fecundo que huele
como vainilla en sazòn
y es sutil. Para que vuele
basta un soplo de oraciòn...
En la duda arcana y terca
Mèxico quiere inquirir:
un disco de horror lo cerca...
¿Còmo serà el porvenir?
¡El porvenir ! ¡No lo espera!
Prefiere mientras, cantar,
que toda la vida entera
es una gota en el mar;
una gota pequeñita
que cabe en el corazòn:
Dios la pone, Dios la quita...
¡Cantemos nuestra canciòn!
Mèxico està en mis canciones,
Mèxico dulce y crüel.
que acendra los corazones
en finas gotas de miel.
Lo tuve siempre presente
cuando hacia esta canciòn;
¡su cielo estaba en mi frente,
su tierra en mi corazòn!
Mèxico canta en la ronda
de mis canciones de amor,
y en guirnalda con la ronda
la tarde trenza su flor.
Lo conocerèis un dìa,
amigos de otro paìs:
¡tiene un color de alegrìa
y un acre sabor de anìs!
¡Es tan fecundo que huele
como vainilla en sazòn
y es sutil. Para que vuele
basta un soplo de oraciòn...
En la duda arcana y terca
Mèxico quiere inquirir:
un disco de horror lo cerca...
¿Còmo serà el porvenir?
¡El porvenir ! ¡No lo espera!
Prefiere mientras, cantar,
que toda la vida entera
es una gota en el mar;
una gota pequeñita
que cabe en el corazòn:
Dios la pone, Dios la quita...
¡Cantemos nuestra canciòn!
jueves, 13 de septiembre de 2007
JOSÈ GOROSTIZA
PRESENCIA Y FUGA
Tu destrucciòn se gesta en la codicia
de esta sed, toda tacto, asoladora,
que deshecha, no viva, te atesora
en el nimio caudal de la noticia.
Te miro ya morir en la caricia
de tu ecos; en esa ardiente flora
que, nacida en tu ausencia, la devora
para mentir la luz de tu delicia.
Pues no eres tu fluente, a ti anudada.
Es belleza, no màs, desgobernada
que en ti porque la asumes se consuma.
Es tu muerte, no màs, que se adelanta,
que al habitar tu huella te suplanta
con audaces resumenes de espuma.
martes, 11 de septiembre de 2007
JORGE LUIS BORGES
ELOGIO A LA SOMBRA
(Ùltimo pàrrafo)
De las generaciones de los textos que hay en la tierra
sòlo habrè leido unos pocos,
los que sigo leyendo en la memoria,
leyendo y transformando.
Del sur, del este, del oeste, del norte,
convergen los caminos que me han traido
a mi secreto centro.
Esos caminos fueron ecos y pasos,
mujeres, hombres, agonìas, resurecciones,
dìas y noches
entresueños y sueños,
cada ìnfimo instante del ayer
y de los ayeres del mundo,
la firme espada del danès y la luna del persa,
los actos de los muertos,
el compartido amor, las palabras,
Emerson y la nieve y tantas cosas.
Ahorra puedo olvidarlas. Llego a mi centro,
a mi àlgebra y mi clave,
a mi espejo.
Pronto sabré quién soy.
domingo, 9 de septiembre de 2007
CARLOS PELLICER
SONETO
Mi voluntad de ser no tiene cielo;
sòlo mira hacia abajo y sin mirada.
¿Luz de la tarde o de la madrugada?
Mi voluntad de ser no tiene cielo.
Ni la penumbra de un hermoso duelo
ennoblece mi carne afortunada.
Vida de estatua, muerte inhabitada
sin la jardinerìa de un anhelo.
Un dormir sin soñar calla y sombrea
el prodigioso imperio de mis ojos
reducido a los grises de una aldea.
Sin la ausencia presente de un pañuelo
se van los dìas en pobres manojos.
Mi voluntad de ser no tiene cielo.
'
Mi voluntad de ser no tiene cielo;
sòlo mira hacia abajo y sin mirada.
¿Luz de la tarde o de la madrugada?
Mi voluntad de ser no tiene cielo.
Ni la penumbra de un hermoso duelo
ennoblece mi carne afortunada.
Vida de estatua, muerte inhabitada
sin la jardinerìa de un anhelo.
Un dormir sin soñar calla y sombrea
el prodigioso imperio de mis ojos
reducido a los grises de una aldea.
Sin la ausencia presente de un pañuelo
se van los dìas en pobres manojos.
Mi voluntad de ser no tiene cielo.
'
sábado, 8 de septiembre de 2007
viernes, 7 de septiembre de 2007
CARLOS PELLICER
NOCTURNO
No tengo tiempo de mirar las cosas
como yo lo deseo.
Se me escurren sobre la mirada,
y todo lo que veo
son esquinas profundas rotuladas con radio,
donde leo la ciudad para no perder el tiempo.
Esta obligada prisa que inexorablemente
quiere entregarme el mundo con un dato pequeño.
Este ,mirar urgente y esta voz en sonrisa
para un joven que sabe morir en cada sueño.
No tengo tiempo de mirar las cosas,
casi las adivino.
Una sabidurìa ingenita y celosa
me da miradas previas repentinos trinos.
Vivo en doradas màrgenes; ignoro el central gozo
de las cosas. Desdoblo siglos de oro en mi ser.
Y acelerando rachas -quilla o ala de oro-,
repongo el dulce tiempo que nunca he de tener.
como yo lo deseo.
Se me escurren sobre la mirada,
y todo lo que veo
son esquinas profundas rotuladas con radio,
donde leo la ciudad para no perder el tiempo.
Esta obligada prisa que inexorablemente
quiere entregarme el mundo con un dato pequeño.
Este ,mirar urgente y esta voz en sonrisa
para un joven que sabe morir en cada sueño.
No tengo tiempo de mirar las cosas,
casi las adivino.
Una sabidurìa ingenita y celosa
me da miradas previas repentinos trinos.
Vivo en doradas màrgenes; ignoro el central gozo
de las cosas. Desdoblo siglos de oro en mi ser.
Y acelerando rachas -quilla o ala de oro-,
repongo el dulce tiempo que nunca he de tener.
miércoles, 5 de septiembre de 2007
Leopoldo Merechal
Con pie de pluma recorrì tu esfera,
mundo gracioso del esparcimiento;
y no fue raro que jugara el viento
con la mentira de mi primavera.
Dormido el corazòn,extraño fuera
que hubiese dado lumbre y aposento
al suplicante Amor, cuyo lamento
llama de noche al corazòn y espera.
Sì, frìa el alma y agobiado el lomo,
lleguè a tu soledad reveladora
con pie de pluma y corazòn de plomo.
¡Deja que un arte màs feliz asuma,
gracioso mundo, y que te busque ahora
con pie de plomo y corazòn de pluma.
lunes, 3 de septiembre de 2007
ORACIÒN PARA LA BELLEZA
Tù le diste esa ardiente simetrìa
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu dìa;
esos bultos de nieve, que bullìa
al soliviar del la tersura,
y,prodigios de exacta arquitectura,
dos columnas que cantan tu armonìa.
¡Ay, tù, señor le diste esa ladera
que en un àlabe dulce se derrama,
miel secreta en el humo entredorado!
¿A què tu poderosa mano espera?
Mortal belleza eternidad reclama,
¡Dalè la eternidad que le has negado!
Dàmaso Alonso
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu dìa;
esos bultos de nieve, que bullìa
al soliviar del la tersura,
y,prodigios de exacta arquitectura,
dos columnas que cantan tu armonìa.
¡Ay, tù, señor le diste esa ladera
que en un àlabe dulce se derrama,
miel secreta en el humo entredorado!
¿A què tu poderosa mano espera?
Mortal belleza eternidad reclama,
¡Dalè la eternidad que le has negado!
Dàmaso Alonso
Suscribirse a:
Entradas (Atom)