domingo, 27 de abril de 2008












¡HÉLAS!



Con cada pasión a la deriva hasta que mi alma
sea un laúd en cuyas cuerdas todos los vientos tañen.
¿Para esto renuncié
a mi sabiduría antigua y a mi austero control?
Mi vida es un palimpsesto
garabateado en alguna vacación de muchacho
con canciones ociosas para flauta y rondó
que solamente ocultan el secreto del todo.
Por cierto que hubo un tiempo cuando osé pisar
las alturas soleadas y de las disonancias de la vida
logré claros acordes para llegar al oído de Dios.
¿Está muerto ese tiempo? ¡Mirad!, con mi pequeña vara
apenas toqué la miel del romance-
¿y debo yo perder la herencia de un alma?













Poema: Oscar Wilde

Imagen: Dante Gabriel Rossetti














poesía e imágenes.

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