jueves, 29 de noviembre de 2007
martes, 27 de noviembre de 2007
La poesìa nace con el hombre: el primer nombre de la primera cosa que encontrò el hombre en su camino naciò de una metàfora. La metàfora es poesìa es el primer arte, la primera gran maravilla del hombre, la revelaciòn original.
Tiranos y usureros y otros residuos de esta especie no han podido con ella; con la Poesìa.
¿Sirve la libertad en el tercer milenio?
La poesìa es en infinidad de casos el ùnico ejemplo concreto de justicia para millones de personas. ¿De que sirve la justicia en el tercer milenio?
La poesìa como la piedra sirve para decir basta.
La poesìa lleva a la tierra prometida, y la tierra prometida es sencillamente eso: la tierra prometida. ¿La tierra prometida queda en el tercer milenio?
La poesìa no es el pensamiento polìtico correcto.
Es la belleza y tambièn la màs cruel de las imàgenes de la barbarie. En ambas busca la esencia del hombre, y nos advierte.
¿Para què sirve la realidad en el tercer milenio?
La poesìa crea y recrea, inclusive a los dioses. Inventa y reinventa màquinas, planetas y animales fabulosos, àngulos perdidos, luces que no se terminan, nuevas rosas de los vientos.
La poesìa Emociona.
La poesìa es el niño que le dice al rey: Usted va desnudo.
La poesìa no es la Sissi de los salones, es una muchacha cualquiera de un pueblo cualquiera, sin tiempo y sin medida...a la poesìa no le caen bien las reverencias, ni los sarcasmos detràs del abanico... ni las pelucas en entalcadas, los corsets, los espejitos de responder ustedeslamàsbella. La poesìa asiste a los bailes de màscaras sòlo para mostrar el rostro descubierto.
La poesìa sirve para inventar la rueda cuando tenemos necesidad de una rueda.
¿Sirve la rueda en el tercer milenio?
Gabriel impaglione.
http://www.los-poetas.com/alta/gabriel.htm
domingo, 25 de noviembre de 2007
FERNADO ROBLES
Hay cementerios solos,
tumbas llenas de huesos sin sonido.
el corazòn pasando un tùnel
oscuro, oscuro, oscuro,
como un naufrago hacia adentro nos morimos,
como ahogarnos en el corazòn,
como irnos cayendo desde la piel del alma.
Hay cadàveres,
hay pies de pegajosa losa frìa,
hay muerte en los huesos,
como un sonido puro,
como un ladrido sin perro
saliendo de ciertas campanas, de ciertas tumbas
creciendo en la humedad como el llanto o la lluvia.
Yo veo, solo, a veces,
ataùdes a vela
zarpar con difuntos pàlidos, con mujeres de trenzas muertas,
con panaderos blancos como àngeles,
con niñas pensativas casadas con notarios,
ataùdes subiendo en rìo vertical de los muertos,
el rìo morado,
hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte,
hinchadas por el sonido silencioso de la muerte.
A lo sonoro llega la muerte
como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.
Sin embargo sus pasos suenan
y su vestido suena, callado, como un àrbol.
Yo no sè, yo conozco poco, yo apenas veo,
pero creo que su canto tiene color de violetas hùmedas,
de violetas acostumbradas a la tierra,
porque la cara de la muerte es verde,
y la mirada de la muerte es verde,
con la aguda humedad de una hoja de violeta
y su grave color de invierno exasperado.
Pero la muerte va tambièn por el mundo vestida de escoba,
lame el suelo buscando difuntos,
la muerte està en la escoba,
es la lengua de la muerte buscando muertos,
es la aguja de la muerte buscando hilo.
La muerte està en los catres:
en los colchones lentos, en las frazadas negras
vive tendida, y de repente sopla:
sopla un sonido oscuro que hincha sàbanas,
y hay camas navegando a un puerto
en donde està esperando, vestida de almirante.
PABLO NERUDA
viernes, 23 de noviembre de 2007
DÈCIMAS A MI MUERTE
I
He de morir de mi muerte,
de la que vivo pensando,
de la que estoy esperando
y en temor se me convierte.
Mi voz oculta me advierte
que la muerte conque muera
no puede venir de fuera,
sino que debe nacer
de la hondura de mu ser
donde crece prisionera.
III
De tanto saberte mía,
muerte, mi muerte sedienta,
no hay minuto que no sienta
tu invasiòn lenta y sombrìa.
Antes no te conocìa
o procuraba ignorarte,
pero al sentirte y pensarte
he podido comprender
que vivir es aprender
a morir para encontrarte.
VI
Sufro tu cauce sombrio
que bajo mi piel avanza
fatigando mi esperanza
con su oculto desafìo.
Yo siento que tu vacìo
de mis entrañas respira
y que sediento me mira
desde mi sangre hacia afuera
como verdad prisionera
que en contra de mi conspira.
ELÌAS NANDINO
miércoles, 21 de noviembre de 2007
IBA YO POR UN CAMINO
Iba yo por un camino,
cuando con la muerte di.
-¡Amigo!- gritò la Muerte,
pero no le respondì,
pero no le respondì;
mirè no màs a la Muerte,
pero no le respondì.
Llevaba yo un lirio blanco,
cuando con la Muerte di.
Me pidiò el lirio la Muerte,
pero no le respondì,
pero no le respondì;
mirè no màs a la Muerte,
pero no le respondì.
Ay, Muerte
si otra vez volviera a verte,
iba a platicar contigo
como un amigo:
mi lirio, sobre tu pecho,
como un amigo;
mi beso, sobre tu mano,
como un amigo;
yo, detenido y sonriente,
como un amigo.
NICOLAS GUILLÈN
lunes, 19 de noviembre de 2007
JUNTO AL LECHO DE MUERTE
Viento negro,luna blanca.
Noche de Todos los Santos.
Frìo. Las campanas todas
de la tierra, estàn doblando.
El cielo duro. Y su fondo
da un azul iluminado
de abajo, al romanticismo
de los secos campanarios.
Faroles, flores, coronas,
-¡campanas que estàn doblando!-
...Viento largo, luna grande,
noche de Todos los Santos.
...Yo voy muerto, por la luz
agria de las calles; llamo
con todo el cuerpo a la vida;
quiero que me quieran; hablo
a todos los que me han hecho
mudo, y hablo sollozando,
roja de amor esta sangre
desdeñosa de mis labios.
¡Y Quiero ser otro, y quiero
tener corazòn, y brazos
infinitos, y sonrisas
inmensas, para los llantos
aquellos que dieron làgrimas
por mi culpa!
...Pero ¿acaso
puede hablar de sus rosales
un corazòn sepulcrado?
-¡Corazòn estas bien muerto!
¡Mañana es tu aniversario!-
Sentimentalismo, frio.
La ciudad està doblando.
Luna blanca, viento negro.
Noche de todos los Santos.
JUAN RAMÒN JIMÈNEZ
sábado, 17 de noviembre de 2007
Una noche de verano
-estaba abierto el balcòn
y la puerta de mi casa-
la muerte en mi casa entro.
Se fuè acercando a su lecho
-ni siquiera me mirò-
con unos dedos muy finos,
algo muy tenue rompiò,
Silenciosa y sin mirarme,
la muerte otra vez pasò
delante de mi. "¿Què has hecho?"
La muerte no respondiò.
Mi niña Quedò tranquila,
dolido mi corazòn.
!Ay lo que la muerte ha roto
era un hilo entre los dos¡
ANTONIO MACHADO
jueves, 15 de noviembre de 2007
AUTORRETRATO
Quiero morir cuando decline el dìa,
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonìa
y el alma un ave que remonta el vuelo.
No escuchar en los ùltimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.
Morir cuando la luz retira
sus àureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira:
algo muy luminoso que se pierde.
Morir, y joven antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona
cuando la vida dice aùn: "Soy tuya",
aunque, sepamos bien que nos traiciona.
MANUEL GUTIÈRRES NÀJERA
miércoles, 14 de noviembre de 2007
martes, 13 de noviembre de 2007
domingo, 11 de noviembre de 2007
Dèbil mortal, no te asuste
mi oscuridad ni mi nombre;
en mi seno encuentra el hombre
un tèrmino a su pesar.
Yo, compasiva, le ofrezco
lejos del mundo un asilo,
donde a mi sombra tranquilo
para siempre duerma en paz.
Isla yo soy del reposo
en medio el mar de la vida,
y el marinero allì olvida
la tormenta pasò;
allì convidan al sueño
aguas puras sin murmullo,
allì se duerme al arrullo
de una brisa sin rumor.
Soy melancòlico sauce
que su ramaje doliente
inclina sobre la frente
que arrugara el padecer
y aduerme al hombre, y sus sienes
con fresco jugo rocìa,
mientras el ala sombrìa
bate el olvido sobre èl
Soy la virgen misteriosa
de los ùltimos amores,
y ofrezco un lecho de flores
sin espinas ni color
y amante doy mi cariño
sin vanidad ni falsìa:
no doy placer ni alegrìa
mas es eterno mi amor.
En mi la ciencia enmudece,
en mi concluye la duda
Y àrida, clara, desnuda,
enseño yo la verdad,
y de la vida y la muerte
al sabio muestro el arcano,
cuando al fin abre mi mano
la puerta a la eternidad.
Ven y tu ardiente cabeza
entre mis manos reposa,
tu sueño, madre amorosa,
eterno regalarè,
ven y yace para siempre
en blanda cama mullida,
donde el silencio convida
al reposo y al no ser.
Deja que inquieten al hombre,
que loco al mundo se lanza,
mentiras de la esperanza,
recuerdos del bien que huyò:
mentira son sus amores,
mentiras son sus victorias,
y son mentiras sus glorias,
y mentira su ilusiòn.
Cierre mi mano piadosa
tus ojos al blando sueño
y empape suave beleño
tus làgrimas de dolor
yo calmarè tu quebranto
y tus dolientes gemidos,
apagando los latidos
de tu herido corazòn.
JOSÈ DE ESPONCEDA.
viernes, 9 de noviembre de 2007
GLOSA
Vivo sin vivir en mì.
y de tal manera espero,
que muero porque no muero.
Vivo ya fuera de mi,
despuès que muero de amor;
porque vivo en el señor,
que me quiso para sì;
cuando el corazòn le di
puso en el este letrero:
Que muero porque no muero.
Esta divina prisiòn
del amor con que yo vivo
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazòn;
y causa en mi tal pasiòn
ver a mi Dios prisionero,
que muero por que no muero.
¡Ay que larga es esta vida!
¡Que duros estos destierros,
esta carcel, estos hierros
en que el alma esta metida!
Sòlo esperar la salida
que causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.
¡Ay que vida tan amarga
do no se goza al Señor!
Porque si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga.
Quitame Dios esa carga
màs pesada que el acero,
que muero porque no muero.
Sòlo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo, el vivir,
me asegura mi esperanza.
Muerte do el vivir alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.
Mira que el amor es fuerte
vida, no me seas molesta
mira que sòlo te resta,
para ganarte perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero,
Que muero porque no muero.
Aquella vida de arriba,
es la vida verdadera;
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva.
Muerte no seas esquiva;
vivo muriendo primero,
que muero porque no muero.
Vida,¿què puedo yo darle
a mi Dios, que vive en mì,
si no es perderte a ti,
para mejor a Èl gozarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi amado quiero,
que muero porque no muero.
SANTA TERESA DE JESUS.
miércoles, 7 de noviembre de 2007
Este que ves engaño colorido,
que del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores
es cauteloso engaño del sentido;
èste, en quièn la lisoja ha pretendido
excusar de los años los horrores,
y venciendo del tiempo los rigores
triunfar de la vejez y del olvido,
es un vano artificio del cuidado,
es una flor al viento delicada,
es un resguardo inùtil para el hado:
es una necia diligencia errada,
es un afàn caduco y, bien mirado,
es cadaver, es polvo, es sombra, es nada.
SOR JUANA INES DE LA CRUZ
lunes, 5 de noviembre de 2007
Un sueño soñaba anoche,
soñito del alma mìa.
soñaba con mis amores
que en mis brazos los tenìa.
Vi entrar señora tan blanca
muy màs que la nieve frìa.
"¿Por dònde has entrado amor?
¿Còmo has entrado mi vida?
Las puertas estan cerradas,
ventanas y celosìas."
"No soy el amor amante:
la Muerte que Dios te envìa."
"¡Ay muerte tan rigurosa,
dèjame vivir un dìa!"
"Un dìa no puede ser,
una hora tienes de vida."
Muy de prisa se calzaba,
màs de prisa se vestìa;
ya se va para la calle,
en donde su amor vivìa.
"Àbreme la puerta, blanca,
àbreme la puerta niña!"
"¿Còmo te podrè yo abrir
si la ocasiòn no es venida?
Mi padre no fue al palacio,
mi madre no està dormida."
"Si no me abres esta noche
ya no me abriràs querida;
la Muerte me està buscando:
junto a ti vida serìa."
"Vete bajo la ventana
donde labraba y cosìa,
te echarè cordòn de seda
para que subas arriba,
y si el cordòn no alcanzare
mis trenzas añadirìa."
La fina seda se rompe;
la Muerte que ahì venìa:
"Vamos, el enamorado,
que la hora ya està cumplida."
ROMANCE LIRICO, ANÒNIMO
sábado, 3 de noviembre de 2007
FRAGMENTO DE PULQUERÌAS DEL SIGLO XIX
PUERTA OBSTINADA
IV
La muerte me ha acompañado,
puesto que de ella nacì.
Con muerte adentro crecì
y viviendo la he llevado.
En mi ser obsesionado
la muerte fue mi tortura,
porque nacì en la amargura
y muriendo he caminado.
Muerte en vida yo he probado,
que se muere cada dìa:
lo que se cree lozanìa
es ya trayecto pasado.
Sòlo se dirà colmado
lo que por muerto es un hecho,
que es el camino deshecho
el ùnico realizado.
GUADALUPE AMOR.
viernes, 2 de noviembre de 2007
Calaveras editadas por:
Antonio Venegas Arroyo en 1906
Llegò la gran ocasiòn
de divertirse de veras.
Van a hacer las calaveras
su fiesta en el panteòn.
Las flautas son de canillas.
De huesos son los violines.
De cràneos los cornetines.
Los fagòs de rabadillas.
Las viuditas relamidas
que se precian de virtuosas
asistiràn ruborosas
todas de blanco vestidas.
Un militar esforzado
que en todas partes corrìa
la gran cruz de valentìa
lucirà muy esforzado.
Los sudarios se reforman,
se remiendan las mortajas
y con fùnebres cajas
estrado y gradas se forman.
Bailaràn los comerciantes,
los sastres y los cocheros,
los soldados, los pulqueros,
albañiles y estudiantes.
Ingenieros y cantores,
dependientes y modistas,
carretoneros y artistas,
lavanderas y pintores.
Serà una gran igualdad
que nivele grande y chico.
No habrà ni pobre ni rico
en aquella sociedad.
El que quiera la funciòn
mirar de las calaveras
que se muera de deveras
y que se vaya al panteòn.
La imagen que ilustra las calaveras, es de Fernado Robles, de su exposiciòn: PULQUERÌAS DEL SIGLO XIX; actualmente exhibièndose
en el museo Franz Mayer de la ciudad de Mèxico.