viernes, 31 de agosto de 2007

HOMBRE


HOMBRE


Hombre,
garrula tolvanera
entre la torre y el azul redondo
vencejo de una tarde, algarabia
desierta de un verano.

Hombre, borrado en la expresiòn, disuelto
en ademan; sòlo flautìn bardaje,
sòlo terca trompeta,
hìspida en el solar contra las tapias.

Hombre,
melancòlico grito
¡oh solitario y triste
garlador! ¿Dices algo,tienes algo
que decir a los hombres o a los cielos?
¿Y no es esa amargura
de tu grito, la densa pesadilla
del monòlogo eterno y sin respuesta?

Hombre,
càrabo de tu angustia,
agüero de tus dìas
esteriles, ¿que aullas, can, que gimes?
¿Se te ha perdido el amo?

No: se ha muerto.
¡Se te ha podrido el amo en noches hondas,
y apenas sòlo es ya polvo de estrellas!
Deja, deja ese grito,
ese inùtil plañir,sin eco, en vano.
Porque nadie te oirà. Solo. Estas solo.

DÀMASO ALONSO


GRAFFITI Y POESÌA

Mi actitud ante el graffiti es muy ambigua, por un lado me molesta mucho ver los muros de piedra de un edificio antiguo garabateado con aerosol de diferentes colores, y por el otro me atraen enormemente algunos graffitis que encuentro por ahì, a tal grado que he estdo a punto de estamparme con el auto de adelante por contemplarlos.
Y no son los graffitis profesionales o muy elaborados los que atraen mi atenciòn; son los pequeños diseños, sobre un muro o una puerta oxidada los que me emocionan. Alguna vez leì algo que dijo Mirò: que la belleza se encuentra en los lugares màs inesperados y que no sòlo se manifiesta en las obras de grandes o pequeños artistas, si es que los hay pequeños; una piedra, un caracol, un muro desconchado pueden provocarnos una emociòn estètica.
Algunas de las fotografìas que persento estàn trabajadas en foto paint, otras estàn tal cual las encontrè.
Los poemas no necesitan presentaciòn lo ùnico que esperan es ser leidos y disfrutados por todos los que dedican un poco de su tiempo en este blog;muchas gracias por ello.



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sábado, 25 de agosto de 2007

Pintura mural maya de Calakmul, Campeche



Se extiende la niebla,
resuenan los caracoles,
por encima de mì y de la tierra entera.
Llueven las flores, se entrelazan, hacen giros,
vienen a dar alegrìa sobre la tierra.



jueves, 23 de agosto de 2007

NO ACABARAN MIS FLORES

Pintura maya sobre un recipiente de ceràmica.




No acabaràn mis flores,
no cesaràn mis cantos,
yo cantor los elevo,
se reparten, se esparcen.
Aun cuando las flores
se marchitan y amarillecen,
seràn llevadas allà,
al interior de la casa
del ave de plumas de oro.

Nezahualcoyotl, rey de Texcoco.







martes, 21 de agosto de 2007

GRANDEZA DEL POETA

Artistas en su taller, pintura maya sobre un vaso de ceràmica.


Flores forman un cerco
en el recinto de musgo acuàtico,
en el recinto de mariposas.
La tierra està matizada.
Se difunde tu canto, se difunde tu palabra.
Sòlo retumba allì y repercute nuestro padre
el dios por quièn todo vive.
Mùltiples son tus rojas mariposas:
en medio de mariposas estàs y hablas.





domingo, 19 de agosto de 2007

Poema y Una linda mañana





DESDE DONDE SE POSAN


Desde donde se posan las àguilas,
desde donde se yerguen los tigres,
el Sol es invocado.

Como un escudo que baja,
asì se va poniendo el Sol.
En Mèxico està cayendo la noche,
la guerra merodea por todas partes.
¡Oh Dador de vida!,
se acerca la guerra.

Orgullosa de sì misma
se levanta la ciudad de Mèxico-Tenochtitlan.
Aquì nadie teme la muerte en la guerra.
Esta es nuestra gloria.
Este es tu mandato.
¡Oh Dador de vida!
Tenedlo presente, oh principes,
no lo olvidèis.
¿Quièn podrìa sitiar a Tenochtitlan?
¿Quièn podrà conmover los cimientos del cielo...?

Con nuestras flechas,
con nuestros escudos,
està existiendo la ciudad.
¡Mèxico-Tenochtitlan subsiste!

________ o________


UNA LINDA MAÑANA

Un dìa antes carguè la baterìa de mi camara; pensaba salir al dìa siguiente a tomar fotos de unos graffiti que habìa visto en la colonia Anàhuac.

Estaba oscuro cuando Tito mi pertinaz y exigente gato, me despertò, tenia hambre, no podìa esperar a que yo despertara por completo. Le dì de comer y volvì a la cama pero ya no pude dormir. Me levante a desayunar me vestì ràpidamente y me fui, iban a dar las ocho de la mañana.

Lleguè rapidìsimo, como era sàbado y la mañana estaba humeda y gris, con seguridad todos estaban en casa descansando, sòlo habìamos unos cuantos transitando por la calle,¿o se debe decir traficando por la calle? Segùn la Real Academia Española (RAE) decir: "hay mucho tràfico" està correcto, yo no estoy de acuerdo, los autos o cualquier medio de transporte TRANSITA y son los hombres los que trafican: con drogas, influencias (no sè por què me acordè de los Bribiesca) u otros seres humanos ¿Pero quièn soy yo para enmendarle la plana a la RAE?


Cuando lleguè al lugar ya el sol habìa salido, un poco desganado pero ahì estaba, calentàndonos un poquito.

En medio del camellòn estaba el puesto de periòdicos aùn cerrado, pero no impotaba yo iba a tomar una foto de la parte posterior de èste, pintado a rayas blancas y rosa mexicano y sobre de el un graffiti, era un texto ininteligible hecho con letras negras, muy ordenadas formando un rectàngulo. despuès de tomar dos fotos, me di cuenta que del otro lado del camellon habìa una calle y sus muros estaban llenos de graffitis me atravecè y mi curiosidad fue recompensada. Ahora los graffiteros acostumbran usar plantillas para sus pintas, por medio de una de ellas quedò plasmado un grupo de soldados que con armas en mano atacaban a la gente, ¡Magnìfico! la imagen era perfecta par acompañar el poema de Nicolàs Guillèn "No sè por què piensas tù" (si me siguen visitando màs adelante veran el graffiti y el poema publicado en este espacio).

Casì enfrente del graffiti habìa un pequeñìsimo puesto de tacos de canasta y el dueño al verme tomar la foto, me empezò hablar de su interes por la fotografìa y de su participaciòn en un concurso que organiza el Instituto Nacional de Antropologìa e Historia, alentàndome a que yo tambièn participara, me despedì y seguì en lo mìo.

De regreso a casa, me detuve en Azcapotzalco para tomar otras fotografìas de graffitis que ahì abundan. Vi que habìa una iglesia muy escondida y la visitè, con seguridad es del siglo XVI, pues en la parte alta tene una espadaña con tres vanos y sus respectivas campanas en la portada lucìa un relieve estilo tequitqui (hecho por manos indìgenas)
donde por un espeso follaje aparecian varios angelitos, todo pintado con vinìlica color crema y unos toques de azul claro. Preguntè por el nombre de esa lindura: "El Templo del Señor de Nextengo".

Tanto en la Anàhuac como en Azcapotzalco caminè por sus calles y me di cuenta que en esta gigantesca ciudad existen rincones con un aire de provincia encantador, que nos hablan de otras èpocas y otras formas de vivir.

Pero no toda felicidad es completa, entrando a Tlalnepantla dos sujetos vestidos de negro y montados en una motocicleta me detuvieron, eran agentes de trànsito - ¿o seràn de tràfico como dice la Academia? -
el caso es que como no traìa puesto el cinturòn de seguridad y mi licencia ya està vencida, se llevaron mi carro al corralòn todo el fin de semana.

Pero aun con este triste final fue una linda mañana.




viernes, 17 de agosto de 2007

PONTE DE PIE

Pintura maya sobre un vaso de ceramica.



Ponte en pie


Ponte en pie, percute tu atabal:
dèse a conocer la amistad.
Tomados sean sus corazones:
solamente aquì tal vez tenemos prestados
nuestros cañutos de tabaco,
nuestras flores.
Ponte en pie, amigo mìo,
toma tus flores junto al atabal.
Huya tu amargura:
òrnate con ellas:
han venido a ser enhiestas las flores,
se estàn repartiendo
las flores de oro preciosas.

Bellamente canta aquì
el ave azul, el quetzal, el zorzal:
preside el canto el quechol (guacamaya):
le responden todos, sonajas y tambores.

Bebo cacao:
con ello me alegro:
mi corazòn goza,
mi corazòn es feliz.




lunes, 13 de agosto de 2007

14 de agosto 2007

Fragmento de mural, Teotihuacan.





CANTEMOS AHORA




Cantemos ahora
ahora digamos cantos
en medio de la florida luz del sol,
oh amigos.
¿Quiènes son?
Yo los encuentro
en donde los busco:
allà tal cual
junto a los tambores.










Fragmento de pintura mural de Teotihuacàn.







Ya va a lucir el sol,
ya se levanta la aurora,
ya beben miel de las flores
los variados pechirrojos
donde se yerguen las flores.



sábado, 11 de agosto de 2007

Literatura nàhuatl


Pintura mural de Cacaxtla, Tlaxcala.


CANTO A XIPE TOTEC

La noche se embriaga aquì.
¿Por què te hacìas el desdeñoso?
¡Inmòlate ya , ropaje de oro revìstete!
Mi dios lleva a cuestas la esmeralda de agua:
por medio del acueducto es su descenso.
Sabino de plumas de quetzal,
verde serpiente de turquesas
me ha hecho mercedes.


Que yo me deleite, que yo no perezca:
Yo soy la mata tierna de Maìz:
¡Una esmeralda es mi corazòn: verè el oro del agua!
Mi vida se refrescara:
el hombre primerizo se robustece:
¡Naciò el que manda en la guerra!


Mi Dios Mazorca, con la cara en alto
sin motivo se azora.
Yo soy la Mata tierna del Maìz
desde tus montañas te vengo a ver, yo tu dios.
Mi vida se refrescara:
el hombre primerizo se robustece:
¡Naciò el que manda en la guerra!








'

jueves, 9 de agosto de 2007

Literatura nàhuatl


CANTO DE HERMANDAD

He llegado, oh amigos nuestros,
con collares os ciño,
con plumajes de guacamaya os adormo,
cual ave preciosa aderezo con plumas,
con oro yo pinto,
rodeo a la hermandad.
Con plumas de quetzal que se estremecen,
con cìrculos de cantos,
a la comunidad yo me entrego.
la llevare conmigo al palacio
hasta que todos nosotros,
algùn dìa,
todos juntos nos hayamos marchado,
a la regiòn de los muertos.
¡Nuestra vida ha sido sòlo prestada!



martes, 7 de agosto de 2007

Fragmentos de poesìa nàhuatl




He llegado
a los brazos de àrbol florido,
yo florido colibrì,
con aroma de flores me deleito,
con ellas mis labios endulzo.































"EL CANTO DE LAS MUJERES GUERRERAS DE CHALCO"



Autor: Aquiauhtzin de Ayapanco
siglo XVI

Cronista: Chimalpahin 1579-?

Regiòn: Chalco-Amecameca


Quince poetas de mundo nàhuatl
Dr. Miguel Leòn-Portilla
Editorial Diana
2006





El canto de las mujeres de Chalco


Levantàos, vosotras, hermanitas mías
vayamos, vayamos, buscaremos flores,
vayamos vayamos, cortaremos flores.
Aquì se extienden, aquì se extienden
las flores del agua y el fuego, flores del escudo,
las que se antojan a los hombres,
las que son placenteras:
flores de guerra.





Son flores hermosas,
¡Con las flores que estàn sobre mì,
yo me adorno,
son mmis flores, soy una de Chalco,
soy mujer!
Deseo y deseo las flores,
deseo y deseo los cantos,
estoy con anhelo, aquì, donde hilamos,
en el sitio donde se va nuestra vida.




Yo entono su canto
al señor, pequeño Axayàcatl,
lo entretejo con flores,
con ellas lo circundo.
Como una pintura es su hermos canto,
como flores olorosas que dan alegrìa,
mi corazòn las estima en la tierra.




¿Què significa todo esto?
Asì estimo tu palabra,
compañero en el lecho, tù pequeño Axayàcatl.
Con flores lo entretejo,
con flores lo circundo,
lo que nos une levanto,
lo hago despertarse.
Asì dare placer
a mi compañero en el lecho,
a ti pequeño Axayàcatl



Hazlo en mi vasito caliente,
consigue luego que mucho de veras se encienda.
Ven a unirte, ven a unirte:
es mi alegrìa.
Dame ya el pequeñìn dèjalo ya colocarse.



Habremos de reir, nos alegraremos,
habrà deleite,
yo tendre gloria,
pero no, no, todavìa no desflores,
compañerito, tù, señor, pequeño Axayàcatl.




Yo, yo estoy atrapada,
mi manita da vueltas,
ven ya,ven ya.
Quieres tocar mis pechos,
casi mi corazòn.



Quizà tù mismo estropearàs
lo que es mi riqueza,
la acabaras;
yo, con flores color de ave de fuego,
para ti harè resonar mi vientre,
aquì està: a tì hago ofrenda.





La precios flor de maìz tostado,
la del ave de cuello de hule,
la flor del cuervo, tu manto de flores,
estàn ya extendidos.
Sobre la estera preciosa tù yaces,
en cas que es cueva de plumas preciosas,
en la mansiòn de las pinturas.




Asì en su casa me aflijo,
tù, madre mìa, quizàs ya no puedo hilar.
Tal vez no puedo tejer, sòlo en vano soy una niña.
Soy muchachita
de mì se dice que tengo varòn.



Hay sufrimiento,
lugar de tristeza en la tierra.
Asì tristemente cavilo,
deseo la maldad,
la desesperaciòn a venido a ser mìal
Me digo, ven niña,
aun cuando del todo he de morir.



Madre mìa, yo sufro,
aquì tengo a mi hombre,
no puede hacer bailar el huso,
no puedo meter el palo del telar:
niñito mìo,
de mì te burlas.
¿Què me qu
e me queda?
¡Lo hare!




¡Còmo se embaraza el escudo
en el interior de la llanura?
Yo me ofrecerè, me ofrecerè,
niñito mìo, de mì te burlas.




Compañerito, niñito mìo,
tù, señor pequeño Axayàcatl,
vamos a estar juntos,
a mi lado acomòdate,
haz hablar tu ser de hombre.
¿Acaso no conozco,
no tengo experiencia
de tus enemigos, niñito mìo.





Pero ahora abandònate a mi lado.
Aunque seamos mujeres,
tal vez nada logres como hombre.
Flores y cantos
de la compañera de placer,
niñito mìo.




Hombre y niño mi señor, mi señor, tù, gran señor,
tù, pequeño Axayàcatl;
todavìa no empiezas
ya estas disgustado, compañero pequeño.
Ya me voy a mi casa,
niñito mìo.
Tal vez tù aquì me has embrujado,
gas pronunciado hermosas palabras.
Aquì hay ahora embriaguez,
tù embriagate ya.
¿Acaso hay alegrìa en nuestra casa?




¿Acaso tù me has comprado,
tù para ti me adsquiriste, niñito mìo?
¿Tal vez cambiaràs mi placer, mi embriaguez?
Acaso desprecias, te has disgustado,
pequoño compañero, ya me voy a mi casa,
niñito mìo.




Tu amiga mìa, tù mujer ofrendadora.
mira como permanece el canto,
en Cohuatepec, en Cuauhtenanpan,
sobre nosotros se extiende, luego pasa.
Tal vez mi ser de mujer hace locuras,
mi pequeño corazòn se aflige.

¿Còmo habrè de hacerlo,
a aquel que tengo por hombre,
aunque sean mìas falda y camisa?
¡Lo que son nuestros hombres,
son nuestra hechura!




Rèvuelveme como masa de maìz,
tù, señor, pequeño Axayacatl
yo a ti por completo me ofrezco,
soy yo, niñito mìo, soy yo, niñito mìo.
Alègrate, que nuestro gusano se yerga.
¿Acaso no eres un àguila, un ocelote,
tù no te nombras asì, niñito mìo?
¿Tal vez con tus enemigos de guerra no
haras travesuras?
Ya, asì niñito mìo, entrègate al placer.





Nada es mi falda, nada mi camisa,
yo, mujercita, estoy aquì.
viene èl a entregar su armonioso canto,
viene aquì a entregar la flor del escudo.
¿Acaso de algùn modo somos dos,
yo mujer de Chalco, yo ayocuan?
Quiero que haya muejers como yo,
de allà de Acolhuacan,
quiero que haya mujeres como yo,
que sean tecpanecas.
¿Acaso de algùn modo somos dos,
yo mujer de Chalco, yo Ayocuan?




Estàn avergonzados: yo me hago concubina.
Niñito mìo,
¿Acaso no me lo haras
como se lo hiciste al pobre de Cuauhtlatohua?
Poco a poco desatad la falda,
abrid las piernas, vosotros tlatelolcas,
los que lanzàis flechas,
mirad aquì a Chalco.
Que yo me atavìe con plumas,
madrecita mìa,
que me pinte yo la cara,
¿Còmo habrà de verme
mi compañero de placer?





Ante su rostro saldremos
quizà habrà de irritarse
alla en huexotzinco Xayacamachan,
en Tetmolocan.
Yo mujer me untè las manos con ungüentos,
me acerco con mi falda de fruto espinoso,
con mi camisa de fruto espinoso.
Los verè a todos perecer.
Deseo en Xalteptlapan a los huexotzincas,
al cautivo de Cuetlaxtan,
a los traviesos cutlaxtecas,
los verè a todos perecer.
¿De que modo se sabe?
Me llama el niño, el señor, el pequeño Axayàcatl
quiere conmigo lograr su placer.
Por mi causa
a dos tendràs que cuidar,
niñito mìo.




Tal vez asì lo quiere tu corazòn
asì, poco a poco,
cansèmonos.
Tal vez no de corazòn, niñito mìo,
entra a la que placer,
a tu casa.
Tal vez asì lo quiere tu corazòn,
asì, poco a poco, cansèmonos.




¿De què modo me lo haces, compañero de placer?
Hagàmoslo asì juntos,
¿Acaso no eres hombre?
¿Què es lo que te confunde?
Mi corazòn con flores circundas,
son tu palabra.
Te digo le lugar donde yo tejo,
el lugar donde hilo,
te hago recordar, compañero pequeño.
¿Què el lo sque te turba, corazòn mìo?




Soy vieja mujer de placer,
soy vuestra madre,
soy anciana abandonada,
soy vieja sin jugo,
es esto lo que hago, yo mujer de Chalco.
He venido a dar placer
a mi vulva florida,
mi boca pequeña.
Deseo al señor,
al pequeño Axayàcatl.
Mira mi pintura florida,
mira mi pintura florida:
mis pechos.
¿Acaso caerà en vano
tu corazòn,
pequeño Axayàcatl?
He aquì tus manitas,
ya con tus manos tòmame a mi.
Tengamos placer.
En tu estera de flores
en donde tu existes, compañero pequeño,
poco a poco entrègate al sueño,
queda tranquilo, niñito mìo,
tù señor Axayàcatl.

















miércoles, 1 de agosto de 2007

"EL CANTO DE LAS MUJERES GUERRERAS"
















"El canto de las mujeres de Chalco".


Autor: Aquiahuatzin de Ayapanco
´siglo XVI


Cronista: Chimalphain 1579-?

Regiòn: Chalco- Amecameca.


Traductor y recopilador de textos: Dr. Miguel Leòn-Portilla






Moctezuma Ilhuicamina conquista Chalco-Amecameca en 1464; al morir Moctezuma, Axayàcatl lo sustituye y la situaciòn de los chalcas mejora, aunque sigue siendo un pueblo sometido.

Aquiauhatzin el autor del poema busca mejorar las condiciones de vida de los chalcas y compone el poema, "Canto de primores, burlas y cosquilleos".*, dedicado a Axayacatl quièn gobernò
de 1469 a 1481.
Este canto es un poema eròtico donde provocan al nuevo Emperador para conseguir su benevolencia.


El poeta propone que sean ahora las mujeres las que hagan la guerra, pero es una batalla que se llevara a cabo en el terreno sexual y ganara, quièn estè mejor dotado.
En una fiesta en el palacio de Axayàcatl, cantan el poema y Axayàcatl atraido por el canto sale de sus habitaciones a escucharlo, le gustò tanto que hace parte de su sèquito al cantor y al poeta, y con mucha frecuencia se hacia interpretar el "El canto de las mujeres guerreras".
Estos datos se conocen por el cronista nàhuatl Chimalpahin.

*"Quince poetas del mundo nàhuatl"
Dr. Miguel Leon Portilla
Editorial Diana 2006
Pag. 293

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Levantàos, levantàos, hermanitas mìas,
vayamos, vayamos, buscaremos flores,
vayamos, vayamos, cortaremos flores.
Aquì se extienden, aquì se extienden
las flores del agua y del fuego, flores del escudo,
las que antojan a los hombres,
las que son placenteras:
flores de guerra.


Son flores hermosas,
¡con las flores que estàn sobre mi,
yo me adormo,
son mis flores, soy una de Chalco,
soy mujer!
Deseo y deseo las flores,
deseo y deseo los cantos,
estoy con anhelo, aquì donde hilamos,
en el sitio donde se va nuestra vida.


Yo entono su canto,
al señor, pequeño Axayàcatl,
lo entretejo con flores,
con ellas lo circundo.
Como una pintura es su hermoso canto,
como flores olorosas que dan alegrìa,
mi corazòn las estima en la tierra.


¿Què significa todo esto?
Asì estimo tu palabra,
compañero de lecho,tù pequeño Axayàcatl.
Con flores lo entretejo,
con flores lo circundo,
lo que nos une levanto,
lo hago despertarse.
Asì darè placer
a mi compañero en el lecho,
a ti pequeño Axayàcatl.





Acompañante, acompañante pequeño,
tù señor Azayàcatl.
Si en verdad eres hombre,
aquì tienes donde afanarte.
¿Acaso ya no seguiràs, seguiràs con fuerza?




Hazlo en mi vasito caliente,
consigue luego que mucho de veras se encienda.
Ven a unirte, ven a unitre:
es mi alegrìa,
Dame ya al pequeñìn, dèjalo ya colocarse.


Habremos de reir, nos alegraremos,
habrà deleite,
yo tendrè gloria,
pero no,no, todavìa no desflores,
compañerito, tù, señor, pequeño Axayàcatl.



Yo, yo soy atrapada,
mi manita da vueltas,
ven ya, ven ya.
Quieres tocar mis pechos,
casi mi corazòn.


Quiza tù mismo estropearàs
lo que es mi riqueza.
la acabaràs;
yo, con flores de ave de fuego,
para ti harè resonar mi vientre,
Aquì està: a ti hago ofrenda.







La preciosa flor de maìz tostado,
la del ave del cuello de hule,
la flor del cuervo, tu manto de flores,
estàn ya extendidos.
Sobre la estera preciosa tù yaces,
en casa que es cueva de plumas preciosas,
en la mansiòn de las pinturas.



Asì en su casa me afijo,
tù, madre mìa, quizàs ya no puedo hilar.
Tal vez no puedo tejer, sòlo en vano soy una niña.
Soy muchachita
de mi se dice que tengo varón.





Hay sufrimiento,
lugar de tristeza en la tierra.
Asì tristemente cavilo,
deseo la maldad,
la deseperaciòn ha venido a ser mìa.
Me digo, ven niña,
aun cuando del todo he de morir.



Madre mìa, yo sufro,
aquì tengo yo a mi hombre,
no puede ya hacer bailar el huso,
no puedo meter el palo del telar:
niñito mìo,
de mi te burlas.
¿Què me queda?
¡Lo harè!



¿Como se embaraza el escudo
en el interior de la llanura?
Yo me ofrecerè, me ofrecerè,
niñito mìo, de mi te burlas.



Compañerito, niñito mìo,
tù señor, pequeño Axayàcatl,
vamos a estar juntos,
a mi lado acomòdate,
haz hablar tu ser de hombre.
¿Acaso no conozco,
no tengo experiencia
de tus enemigos, niñito mìo?


Pero ahora abandònate a mi lado.
Aunque seamos mujeres,
tal vez nada logres como hombre.
Flores y canto
de la compañera de placer,
niñito mìo.




Hombre y niño, mi señor, tù, gran señor,
tù pequeño Axayàcatl;
todavìa no empiezas
ya estàs disgustado, compañero paqueño.
Ya me voy a mi casa,
niñito mìo.
Tal vez tù aquì me has embrujado,
has pronunciado hermosas palabras.
Aquì hay ahora embriaguez,
tù embriagate ya.
¿Acaso hay alegrìa en nuestra casa?



¿Acaso tù me has comprado,
tù para ti me adquiriste, niñito mìo?
¿Tal vez cambiaràs mi placer, mi embriaguez?
Acaso desprecias, te has disgustado,
pequeño compañero, ya me voy a mi casa,
niñito mio.




Tù, amiga mìa, tù mujer ofrendadora,
mira como permanece el canto,
en Cohuatepec, en Cuauhtenanpan,
sobre nosotros de extiende, luego pasa.
Tal vez mi ser de mujer hace locuras,
mi pequeño corazòn se aflige.
¿Còmo habrè de hacerlo,
a aquel que tengo por hombre,
aunque sean mìas falda y camisa?
¡Los que son nuestros hombres,
son nuestra hechura!




Revuèlveme como masa de maìz,
tù, señor pequeño Axayàcatl,
yo a ti por completo me ofrezco,
soy yo, niñito mìo, soy yo niñito mìo.
Alegrate, que nuestro gusano se yerga.
¿Acaso no eres un àguila, un ocelote,
tù no te nombras asì, niñito mìo?
¿Tal vez con tus enemigos de guerra no
haràs travesuras?
Ya asì, niñito mìo, entregate al placer.





Nada es mi falda, nada mi camisa,
yo, mujercita, estoy aquì,
viene èl a entregar su armonioso canto,
viene aquì a entregar la flor del escudo.
¿Acaso de algùn modo somos dos,
yo mujer de Chalco, yo Ayocuan?
Quiero que haya mujeres como yo,
de allà de Acolhuacan,
quiero que haya mujeres como yo,
que sean tecpanecas.
¿Acaso de algùn modo somos dos,
yo mujer de Chalco, yo Ayocuan?





Estàn avergonzados: yo me hago concubina.
Niñito mìo,
¿Acaso no me lo haras
como se lo hiciste a la pobre Cuauhtlatohua
Poco a poco desatad la falda,
abrid las piernas, vosotros tlatelolcas,
los que lanzàis flechas,
mirad aquì a Chalco.
Que yo me atavìe con plumas,
madrecita mìa,
que me pinte yo la cara,
¿como habrà de verme
mi compañero de placer?



Ante su rostro saldremos,
quizàs habrà de irritarse
allà en huexotzinco Xayacamachan,
en tetzmolocan.
Yo mujer me untè las manos con ungüentos,
me acerco con mi falda de furto espinoso.
Los verè a todos perecer.

Deseo en Xaltepetlapan a los huexotxincas,
al cautivo de Cuetlaxtan,
a los traviesos cuetlaxtecas,
los verè a todos perecer.
¿De què modo se sabe?
Me llama el niño, el señor, el pequeño Axayàcatl
quiere conmigo lograr su placer.
Por mi causa
a dos tendràs que cuidar
niñito mìo.



Tal vez asì lo quiere tu corazòn,
asì, poco a poco,
cansèmonos.
Tal vez no de corazòn, niñito mìo,
entras a la que es placer,
a tu casa.
Tal vez asì lo quiere tu corazòn,
asì, poco a poco, cansèmonos.



¿De què modo me lo haces, compañero de placer?
Hagàmoslo asì juntos,
¿acaso no eres hombre?
¿què es lo que te confunde?
Mi corazòn con flores circundas,
son tu palabra.
Te digo el lugar donde yo tejo,
el lugar donde hilo,
te hago recordar, compañero pequeño.
¿Què es lo que te turba, corazòn mìo?


Soy vieja mujer de placer,
soy vuestra madre,
soy anciana abandonada,
soy vieja sin jugo,
es esto lo que yo hago, yo mujer de Chalco.
He venido a dar placer
a mi vulva florida,
mi boca pequeña.
Deseo al señor,
al pequeño Axayàcatl.
Mira mi pintura florida,
mira mi pintura florida:
mis pechos.
¿Acaso caerà en vano
tu corazòn,
pequeño Axayàcatl?
He aquì tus manitas,
ya con tus manos tòmame a mì.
Tengamos placer.
En tu estera de flores
en donde tu existes, compañero pequeño,
poco a poco entrègate al sueño,
queda tranquilo, niñito mìo,
tú, señor Axayàcatl.